LAS CLAVES PARA CAMBIAR TU RELACIÓN CON LA COMIDA
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LAS CLAVES PARA CAMBIAR TU RELACIÓN CON LA COMIDA

Bajo mi experiencia profesional y personal, cómo comes apunta directamente a como es tu relación contigo misma. Para entender tu relación con la comida debes entender cómo es tu relación contigo, como te hablas y como te tratas. Tu amor propio y tu autoestima quedan reflejados en la comida que eliges y en como miras tu cuerpo.

Yo siempre digo que hay que aprender a cuidarse en mayúsculas para cambiar de hábitos. ¿Qué significa cuidarse en mayúsculas? Cuidar tu mente, tu cuerpo y tus emociones de una manera equitativa, fomentar la autoescucha emocional y corporal y aprender a elegir una buena gasolina para tu cuerpo y tu mente. Si te atreves a mirar qué hay detrás de tu relación con la comida podrás realmente cambiarla y conseguir liberarte de la losa que te supone. Y por supuesto, aprenderás a cuidarte, a mirar por ti y elegir con libertad qué es lo mejor para ti.

Comer emocionalmente
Elegir es la clave para cambiar tu relación con la comida.

Tenemos tendencia a simplificar las cosas, a poner la atención en controlar (lo que ingieres, lo que haces, lo que piensas…) en lugar de mirar(te). No somos capaces por nosotros mismos de mirar más allá y profundizar en por qué me como esto o lo otro. Normalmente, te centras en el hecho de que te has metido en la boca más comida de lo que debes o no has elegido el tipo de comida más adecuado para adelgazar. Crees que cuando dejes de comer y adelgaces ya está todo solucionado. Por fin, te sentirás bien contigo misma pero la realidad no es tan simple. Bajas de peso, entras en la talla que quieres pero sigues sintiéndote mal y teniendo una relación tóxica con la comida.

Relación con la comida y amor propio
Atrévete a mirarte para mejorar tu relación con la comida.

Conceptos básicos para entender mi relación con la comida:

1. Cuerpo

Antes de seguir leyendo, te invito a que pares un segundo y te preguntes qué significa el cuerpo para ti. Según la Real Academia de la lengua Española, el cuerpo es el conjunto de sistemas orgánicos que constituyen a un ser vivo, ¿A qué tú nunca dirías sólo eso? A continuación te muestro algunas definiciones que quizá te encajen más que ésta.

  • Mi cuerpo es mi carta de presentación ante el mundo.
  • Mi cuerpo es el símbolo de mi valía y depende de como esté me siento orgullosa o me desprecio.
  • Mi cuerpo es algo de lo que me avergüenzo.
  • Mi cuerpo es la losa que me persigue desde siempre.
  • Mi cuerpo lo siento como una mochila muy pesada (pese lo que pese).
  • A través de mi cuerpo me castigo. Siento que no hago bien las cosas y me merezco tratarme mal. El cuerpo es el medio.
  • Mi cuerpo simboliza mi auto exigencia. Todo tiene que ser perfecto y mi cuerpo representa esa perfección. No consigo que lo sea y me frustra mucho.

Al cuerpo le dotamos de una importancia que nos perturba y nos hace sentir incómodos en nuestra propia piel. Te invito a que pienses esto: tú eres mucho más que un cuerpo, eres sentimiento, eres pensamiento, eres acción. Tu pelea con él no te deja ver que eres mujer, hombre, madre, esposo, hija, sobrino, amiga, abogada, dentista… Tu cuerpo es importante pero no dice nada de quién eres: de tu esencia, de tus valores, de tu personalidad, de tus pasiones,… Eres mucho más que lo que ves reflejado en el espejo, más que un cuerpo, más que una imagen. Tú eres vida, con todo lo que esto significa.

Ahora, después de leer todo esto, me gustaría que volvieras a revisar qué es para ti tu cuerpo y que te preguntes qué te gustaría que fuera a partir de este momento.

Tu cuerpo
Tu cuerpo es más que de una estructura física. Muchas veces es el símbolo de tu autoexigencia.

2. Comida

Como en el concepto anterior te invito a reflexionar qué es para ti la comida antes de seguir leyendo. Según la RAE, la comida es lo que se come y se bebe para nutrirse, el conjunto de alimentos. A continuación te dejo una lista de posibles respuestas más allá de lo que dice la academia de la lengua.

  • La comida es una herramienta para conseguir un objetivo: perder peso, ganar masa muscular, mejorar una enfermedad…
  • La comida es un trámite para sobrevivir, si no ni comería.
  • La comida es siempre culpa, coma lo que coma me siento mal.
  • La comida es mi droga. No puedo no pensar en ella, la tengo constantemente en mi cabeza. Una vez que empiezo a comer determinada cosa no puedo parar.
  • La comida es una vía de escape a todos mis problemas. Cuando algo no va bien, sencillamente, como.
  • La comida es mi refugio. Sólo me siento bien cuando como, por un instante soy feliz y no me siento tan vacía.
  • La comida es el medio para compartir con amigos y familiares los malos y los buenos momentos.

La comida no es sólo el conjunto de alimentos que ingieres. No es sólo eso cuando crees que no te mereces comer una onza de chocolate porque no te lo has ganado o sientes que tu cuerpo no se la puede permitir. Es más que eso, cuando le tienes miedo a un aguacate porque es muy graso y crees que te va a engordar.

Parece que todo lo relacionado con la comida es negativo pero no es así. No sólo es simplemente comida cuando comes el bizcocho de chocolate de tu abuela te prepara cuando vas al pueblo, cuando comes algo que te recuerda a alguien que hace mucho que ves o vas a un restaurantes thai y te transporta a tus vacaciones del año pasado.

La comida es emoción, y como las emociones, el peso y la identidad que le das es muy complejo. No se trata de demonizar la comida si no de aprender a gestionar las emociones que te hacen tener una mala relación con ella. La tristeza, la culpa, la rabia, la impotencia… te hacen sentirte mal contigo mismo, te incomodan, te abruman, te invanden y acabas comiéndotelas.

comida simbolica
La comida se puede convertir en el símbolo de tu amor propio.

3. Hambre.

En esta ocasión no te voy a pedir que pienses qué es el hambre para ti, si no que te invito a reflexionar sobre esta frase: “Cada vez que pienso en comida, tengo la necesidad de comer y siento hambre”. ¿Cuánta veracidad tiene para ti a esta frase? Te invito a profundizar en ella aprendiendo a distinguir los diferentes tipos de hambre. Esta identificación te ayudará no sólo a conocer tu relación con la comida, si no a profundizar más en el tu relación contigo misma. La teoría que os expongo a continuación se basa en el libro La relación con la comida habla de de ti. La autora es Sumati Díez Querol y tuve el placer de tenerla como profesora de mindful eating.

Tipos de hambre:

Hambre Física: El hambre física atiende a una necesidad vital de alimentarse. Puedes distinguirla atendiendo a las señales que te da tu propio cuerpo. Por ejemplo, a veces sientes una vació en el estómago que percibes por medio de un pequeño dolor o molestia que en ocasiones viene acompañada por un sonido. Otras veces, se produce un desequilibrio de los neurotransmisores por deficit. y puedes sentir una presión en la cabeza o un mareo por falta de algún nutriente,

Por último, el olfato y la vista son también muchas veces los aliados de tu cuerpo para avisarte de que tienes hambre. Imagina: llevas muchas horas sin comer y hueles pan recién hecho, automáticamente percibes una señal en tu estómago. Esto suele suceder cuando no escuchas tu cuerpo y vives sólo en tu cabeza. Hay una falta de escucha previa a las señales del cuerpo. En ocasiones esta desconexión con tu cuerpo puede derivar en atracón, comiendo compulsivamente y empeorando más aún tu relación con la comida.

Ante el hambre físico puedes establecer estrategias que te ayuden a mejorar tu relación con la comida fomentado la autoescucha corporal. Puedes hacerte alguna de estas preguntas: ¿Tengo el estómago vacío? ¿Cómo puedo evitar llegar a esta situación de tanta hambre que me hace comer de más? ¿De qué tipo de nutrientes es rico el alimento que me pide el cuerpo continuamente? ¿Cómo puedo darle al cuerpo ese tipo de nutriente con otro alimento más sano?….

Por ejemplo, me doy cuenta que todos los días a las 8 de la tarde tengo hambre pero siempre ceno con mi novio a las 22:00. Al final llego con un hambre voraz y como con ansiedad y más de lo que mi cuerpo necesita. En este caso concreto puedo buscar distintas soluciones: meriendo más tarde, tomo algo cuando siento el hambre y lo calmo antes de cenar o ceno a las 20:00 y tomo una infusión a las 22:00 mientras mi novio cena.

Fomenta la autoescucha corporal para mejorar tu relación con la comida.

Hambre Mental. Llamamos hambre mental al hambre que procede de mensajes de tu mente. Te focalizas en creencias y mitos que tienes asociadas a la alimentación sin escuchar a tu cuerpo. Por ejemplo, si estás enfermo comes el doble de cantidad sin escuchar a tu estómago y a tus niveles de saciedad porque tienes la creencia de que así sanarás antes. O crees que tienes que beber 3 litros de agua al día porque has oído que es lo correcto para estar sano, sin plantearte si realmente necesitas esa cantidad para sentirte bien.

Otros engaños o manipulaciones de nuestra mente son los pensamientos saboteadores. Son todas aquellas excusas que te pones para comer, tus es qués: es qué estar a dieta es muy duro, es que estoy muy cansada para cocinar, es que hoy me lo merezco porque he tenido un día horroroso, es que hoy es sábado, el lunes empiezo… La clave será identificar tus pensamientos saboteadores y plantearte desde donde te los dices, sí realmente estás eligiendo con libertad ese alimento o te estás manipulando para comértelo.

Por ejemplo, he tenido una discusión con mi jefe y la jornada laboral ha sido ardua y larga, llego a casa y me digo: «Hoy te mereces pedir pizza después de este día horroso». En esta ocasión necesito compensar el desasosiego que siento después de un mal día. Aquí te invitaría a pensar ¿Qué puedo decirme o hacer para combatir este pensamiento? Mi respuesta sería: «Lo que me merezco es tratarme bien, así que voy a hacerme una pizza saludable en lugar de pedir comida basura.» o «Lo que me necesito es tranquilidad para bajar mi nivel de estrés, voy a meditar y darme un baño»

 Tu relación con la comida y autosaboteo
Algunas veces te saboteas para justificar comer.

Hambre Emocional: Muchas veces buscas un falso placer en la comida para tapar una emoción concreta, Me siento triste, como; me siento frustrada, como; estoy angustiada, como… Te encuentras en círculo vicioso del que no sabes salir. Buscas sentirte bien de manera rápida e inmediata a través de galletas, patatas, chocolate….

Estás evitando sentir algo que te produce malestar, te incomoda y te produce una herida emocional y la comida hace el papel de tirita. No te estás dando cuenta que estás tapando una emoción que lo que necesita es otra cosa. Por ejemplo, estoy en casa y me invade una sensación de tristeza, no sé muy bien por qué. En lugar de comérmela tomo conciencia de lo que necesito en ese momento. Me doy cuenta que necesito sentir cariño y le pido un abrazo a mi pareja. Normalmente y de manera automática e inconsciente, buscas la comida como solución a corto plazo de ese malestar sin escuchar lo que realmente necesitas y sin tener en cuenta el daño que “comertelo” te produce a largo plazo.

En otras ocasiones ni si quiera eres consciente de que te pasa, comes por tapar un vacío, dolor, malestar, incomodidad, ansiedad… Te anestesias inconscientemente a través de la comida. Muchas veces no queremos mirar que nos pasa porque es demasiado doloroso y no estamos preparados para enfrentarnos a aquello que sentimos. En algunas personas esto deriva en atracones y en un posible trastorno por atracón.

Para identificar qué emociones te comes, te invito a que reflexiones siempre antes de comer. Puedes preguntarte: ¿Qué siento en este momento?¿Me ha pasado algo hoy?¿Qué necesito en relación a esto que siento? ¿De qué tengo hambre realmente? ¿Para que me sirve esto que me quiero comer? Responder a estas preguntas te ayudará a poner nombre y apellido a aquello que sientes y te estás comiendo. Y por lo tanto,comenzarás a tener las pistas necesarias para cambiar tu relación con la comida.

En algunas ocaciones, vives tan desconectado de tu cuerpo y las sensaciones que hay él que no puedes identificar qué tipo de hambre sientes. Si este es tu caso, estás dos preguntas te pueden ayudar a identificarlo: ¿Cuánta hambre tengo y dónde la siento? Por ejemplo, siento un nivel 8 de hambre y siento una presión en el pecho. En este caso concreto, probablemente mi hambre sea emocional y quiero tapar comiendo ese malestar.

comer emocional
En ocasiones buscamos el placer y la felicidad a través de la comida.

4 Claves para fomentar mi autoescucha y cambiar mi relación con la comida.

No sólo somos lo que pensamos, somos mucho más que eso. Es importante que fomentes tu autoconocimiento, separándote por un momento de tu lado más racional, poder conectar con tus emociones y descubrir los puntos básicos a trabajar en mi relación con la comida. Aquí tienes una lista de cosas que te pueden ayudar a focalizarte más en ti, en tu interior.

  1. Para. Te cuesta parar en el día a día pero es esencial parar para poder mirar. Con un sencillo gesto como cerrar los ojos, respirar profundamente y centrar la atención en tu cuerpo te acercará a tu interior. Cerrar los ojos te ayuda a focalizar la atención en ti y dejar todo exterior fuera.
  2. Amplia tu consciencia corporal. Practica la meditación mindfullnes. Te ayudará a ser consciente de que tienes un cuerpo que cuidar, unos órganos vitales que te ayudan a sobrevivir, una piel que te hace sentir,una estructura osea que te sostiene…. etc. Meditar te ayudará a sentir tu presencia corporal y fomentar estar aquí y ahora.
  3. Ejercita tu cuerpo. Muévete, mantente lo más activo posible. Fomentar la actividad física te ayudará a relajarte, a mejorar tu forma física y tu salud, tu cuerpo generará endorfinas que reducirán tu estrés, alivirán el dolor, modularán tu apetito y los niveles de saciedad y mejorarás tu sistema inmunológico. Caminar, limpiar la casa, cocinar, bailar, saltar… elige lo que más te motive y dale movimiento a tu cuerpo.
  4. Pon atención a las pequeñas cosas. Saborea la vida trabajando tus sentidos: escucha música y observa como te sientes, para a saborear cada bocado y disfruta de los sabores, cierra los ojos, acariciarte el rostro y siente tu piel… Poner atención en las pequeñas cosas te ayudará a focalizar tu atención, acallar tu run run mental y, sobre todo, disfrutar más de cada instante.

Para cambiar tu relación con la comida debes ampliar tu conciencia sobre como te hablas, como te sientes en tu día a día, como te sientes en tu relación con los demás (familia, pareja, compañeros de trabajo, amigos…) En definitiva, fomentar un mayor conocimiento de ti mismo y de tu entorno te dará las claves para saber que aspectos modificar o trabajar para tener una relación más sana contigo mismo y con la comida. Espero que hayas disfrutado el artículo y como siempre te digo, si sólo no puedes, busca ayuda de un profesional ;).

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